8.26.2013

Que viva la música

Esta vez me fui para el Teatro Matacandelas a leer un fragmento de Que viva la música. Recuerdo mucho la primera vez que fui al Matacandelas, la fila en ese callejón en el que me senté a leer y la obra que vi: Angelitos empantanados. El autor: Andrés Caicedo, el suicida que dejó una novela llamada Que viva la música; novela esa que comienza con el sonoro "Soy rubia, rubísima". Así que, considerando esa unión mágica entre Caicedo y el Matacandelas y mi deseo de leer a la intemperie unas páginas de esta novela, no podía encontrar mejor escenario.

Matacandelas: lugar de encuentro con otros, lugar de miradas hacia uno mismo, tertulias, reflexiones, fiestas, trasnochos y música. Gracias por dejarme entrar a esa casa.

Son muchas las referencias musicales de esta novela. Elegí para dar inicio a esta lectura Que viva la música, de Ray Barreto; Yo soy Babalú de Richie Ray y Bobby Cruz; Tin Marín, de Ricardo Ray y House of the rising sun, de The Animals, canción que también suena en las tablas del Matacandelas cuando en ellas podemos ver Angelitos empantanados.